¡Más talento, menos infraestructuras!
Estuve el sábado pasado en casa de mi amiga Bel, en Son Carrió, en el levante de Mallorca. Fue un día precioso de huerto y granja en una zona rural que conserva tradiciones, paisaje y personas con el corazón abierto. Había algo, sin embargo, que no dejaba perder la vista en el paisaje cuando paseábamos por la zona: los hitos que marcan el camino de la expropiación de tierras en Son Carrió. Estas tierras han sido expropiadas para la construcción de un tren que une Manacor y Artá, proyecto faraónico (literalmente, por lo desmedido de la infraestructura y por la explotación que representa para los agricultores de la zona), insostenible (sí, insostenible, por su impacto ambiental, sus costes y su bajo nivel de usabilidad (recordemos que el tren llegaba a Artá, cuando no todo el mundo tenía coche, y se cerró por falta de usuarios))... y a la medida de la clase política, anclada en el siglo XX, que tiene la sociedad balear.
En Balears tenemos una clase política de baja categoría, con niveles de corrupción elevados y poca capacidad de gestión (recordemos que hay muy pocos políticos vocacionales, y que muchos de los que se dedican a la política, lo hacen porque no pueden hacer nada más), que todavía piensa en términos de siglo XX: enriquecimiento con el dinero ajeno, más es más, que sea grande (ande o no ande), infraestructura es progreso... Y el tren Manacor-Artá es el máximo exponente del sinsentido al que se ha llegado. Más información sobre el proyecto y su poca racionalidad: http://www.facebook.com/#!/pages/Alternativa-al-tren/125580929763?v=info&ref=ts
A la clase política: es el momento del talento, no de las infraestructuras. El progreso ya no va a venir más derivado de lo que venía: del dinero (que por sí mismo generaba dinero), de las grandes obras, de las grandes empresas... El progreso va a venir de las personas. De las personas y de su capacidad de pensar, sentir y actuar. De los pequeños y modestos proyectos, que resuelvan pequeños problemas a muchas personas. Se necesitan infraestructuras (claro que sí), pero no todas las infraestructuras en todas partes. Son Carrió (ni el Levante de Mallorca) no necesitan un tren de pasajeros que tarde 2 horas y (no se lo pierdan) un transbordo en autobús en Manacor, para llegar a Palma. No se puede hacer una universidad en cada pueblo. No hay recursos (ni dinero, ni espacio, ni capacidad de gestión, ni sentido...) para hacerlo. El sistema público sólo quiere oír hablar de proyectos nuevos, de proyectos grandes, de nuevos servicios... y cada vez el gasto público va a más, y el dinero público es el que todos ponemos para vivir mejor, y no es infinito... y es de todos!
Tal vez las personas prefieran andar por los caminos del levante de Mallorca y pagar un autobús o un taxi y disfrutar de vías verdes en lo que era el ferrocarril, en vez de remolestarse por el ruido de un tren que rompe el paisaje y la isla, aunque revalorice los terrenos urbanos en Son Carrió. Aunque haya algunas personas que incrementen el gasto público trabajando para una infraestructura demencial, y acaben viviendo en Son Carrió.
Tal vez las personas no quieren perder el conocimiento que permite estar cerca de la tierra, de los animales, quieren respetar los olivos, los algarrobos, los almendros, los árboles frutales. Quieren que haya erizos y conejos en el entorno rural mallorquín, y que las ovejas encuentren por sí mismas el camino a su refugio cada noche, sin tener que volar por encima de la vía del tren.
Tal vez ha llegado el momento de pensar en términos de Comunidad, y en cómo las ideas y el trabajo de todos pueden contribuir a vivir mejor. Porque tal vez no todo el mundo quiere morir en un hospital.
Las personas con consciencia nos estamos organizando. Y sólo queremos proyectos con sentido. Y sabemos que sólo disponemos de nuestro talento y nuestro amor para intentar reorientar la bola de nieve de "progreso" en la que estamos inmersos. Y vamos a utilizarlos lo mejor que sepamos.
En Balears tenemos una clase política de baja categoría, con niveles de corrupción elevados y poca capacidad de gestión (recordemos que hay muy pocos políticos vocacionales, y que muchos de los que se dedican a la política, lo hacen porque no pueden hacer nada más), que todavía piensa en términos de siglo XX: enriquecimiento con el dinero ajeno, más es más, que sea grande (ande o no ande), infraestructura es progreso... Y el tren Manacor-Artá es el máximo exponente del sinsentido al que se ha llegado. Más información sobre el proyecto y su poca racionalidad: http://www.facebook.com/#!/pages/Alternativa-al-tren/125580929763?v=info&ref=ts
A la clase política: es el momento del talento, no de las infraestructuras. El progreso ya no va a venir más derivado de lo que venía: del dinero (que por sí mismo generaba dinero), de las grandes obras, de las grandes empresas... El progreso va a venir de las personas. De las personas y de su capacidad de pensar, sentir y actuar. De los pequeños y modestos proyectos, que resuelvan pequeños problemas a muchas personas. Se necesitan infraestructuras (claro que sí), pero no todas las infraestructuras en todas partes. Son Carrió (ni el Levante de Mallorca) no necesitan un tren de pasajeros que tarde 2 horas y (no se lo pierdan) un transbordo en autobús en Manacor, para llegar a Palma. No se puede hacer una universidad en cada pueblo. No hay recursos (ni dinero, ni espacio, ni capacidad de gestión, ni sentido...) para hacerlo. El sistema público sólo quiere oír hablar de proyectos nuevos, de proyectos grandes, de nuevos servicios... y cada vez el gasto público va a más, y el dinero público es el que todos ponemos para vivir mejor, y no es infinito... y es de todos!
Tal vez las personas prefieran andar por los caminos del levante de Mallorca y pagar un autobús o un taxi y disfrutar de vías verdes en lo que era el ferrocarril, en vez de remolestarse por el ruido de un tren que rompe el paisaje y la isla, aunque revalorice los terrenos urbanos en Son Carrió. Aunque haya algunas personas que incrementen el gasto público trabajando para una infraestructura demencial, y acaben viviendo en Son Carrió.
Tal vez las personas no quieren perder el conocimiento que permite estar cerca de la tierra, de los animales, quieren respetar los olivos, los algarrobos, los almendros, los árboles frutales. Quieren que haya erizos y conejos en el entorno rural mallorquín, y que las ovejas encuentren por sí mismas el camino a su refugio cada noche, sin tener que volar por encima de la vía del tren.
Tal vez ha llegado el momento de pensar en términos de Comunidad, y en cómo las ideas y el trabajo de todos pueden contribuir a vivir mejor. Porque tal vez no todo el mundo quiere morir en un hospital.
Las personas con consciencia nos estamos organizando. Y sólo queremos proyectos con sentido. Y sabemos que sólo disponemos de nuestro talento y nuestro amor para intentar reorientar la bola de nieve de "progreso" en la que estamos inmersos. Y vamos a utilizarlos lo mejor que sepamos.
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